Traemos para ustedes un tema que está muy posicionado y del cual, muchas personas hablan hoy en día, y es que lejos de ser una moda, pocas personas alcanzan a entender, vivir y ser congruentes con el concepto. Esta palabra se origina de la etimología resilio que nos habla de volver, resurgir, dar un salto, etc., y de acá empezamos a relacionarlo con la capacidad de anteponernos ante alguna circunstancia difícil, dolorosa que nos ocasiona una crisis en la vida. Pero tenemos que dejar en claro que el parte de ser resiliente tiene todo que ver con la posibilidad de “pasar por donde asustan”, de vivir las emociones en todos sus manifestaciones y colores, no significa que por ser resilientes nos brinquemos etapas.

Y es que pensemos, ¿es real que ante una pérdida de un ser querido o de un trabajo, al día siguiente me levante como si nada hubiese pasado?, ¿Podríamos llamarle a esto ser resilientes? Mi recomendación es que no, porque al bloquear los sentimientos nos mentimos a nosotros mismos y no atravesamos etapas que son cruciales para nuestro crecimiento personal y profesional. Una vez aclarada nuestra postura, de que para ser resilientes debemos de enfrentar las distintas etapas que surgen de un duelo o de una crisis, conversemos un poco más sobre las características de una persona resiliente en su vida cotidiana y que lo pone en práctica a sus diferentes facetas laborales, familiares y con su lazo social. Una persona que denota resiliencia es madura emocionalmente, experimenta y asume sus emociones de acuerdo con el momento y les da un lugar, ¿esto quiere decir que se puede llorar y ser resiliente al mismo tiempo? Claro, una cosa no excluye a la otra, más bien la fortalece.

Y es que cuando una persona que logra asumir que está preocupada o estresada ante una situación y pese a esto la enfrenta se está colocando su capa de resiliencia, esta envestidura nos permitirá que pese a que nuestra cabeza este un poco nublada o abrumada, podamos sacar lo mejor de nosotros mismos, y seamos creativos y propositivos.

Para finalizar queremos dejarte una tarea corta, frente a una situación que te genere dolor o alegría, te invitamos a experimentar tus emociones, a reírte o llorar y posterior a esto, presta atención a tu actuar, porque cuando yo me doy un lugar y me escucho, podré ser percibido como más creativo, resolutivo y de forma genuina entender y escuchar mejor al otro.

Jennifer Fernández

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